LA PROVIDENCIA
No necesita nada, no pasaporte y cero credenciales.
Es a la linde la estaca y a los bancos usura.
Medicamento al prospecto y al corazón fonendoscopio.
La bacanal al serrallo y al olivo aceituna.
No se permite dobleces, es al rastro la estela.
Ni dudas ni medias tintas, es bohemia cristalina.
Está porque ya venía, es al tarro la esencia.
Señora elegante vestida, más señora si es desnuda.
Es al chaqué pajarita, es diplomacia, prudencia e inexorable vehemencia.
No necesita explicarse, es el per se de las cosas.
Es tal cual, es elegancia.
Naturaleza, no química.
Es al pastor el zurrón y el descanso a la majada.
Es hablar sin decir nada.
La providencia esta firme, jamas la verás tocada.
Es la relatividad a Einstein y a Newton su manzana.
Es al mago barita y la fuga al escapista.
La lección bien preparada, sin ningún género de duda.
Marcos Almendros 4824.
```Transformación```
Me fui
sin irme,
esperando
que las cosas se hicieran,
y que la felicidad
volviera,
como esa cigüeña
que perdió el amor.
El amor vuelve,
aunque
la cigüeña no es la misma.
No seré el mismo
cuando regrese,
ni mi mirada será de huida,
ni mis manos temblarán de miedo,
porque de la soledad se regresa.
Lolotónico
Manuel Barranco Roda
1 de septiembre de 2024
LAS PALABRAS
Procurar decir pocas, las necesarias.
Las hay que se van, otras quedan.
Zalameras, dolorosas, ingeniosas y hueras.
La palabra es, una vez pronunciada.
Es al hombre, si lo es, su mejor carta lacrada.
La ironía juega y las cambia.
En honestidad, nada más elevado que la dada y la escuchada.
Arte saber usarlas, se pueden pronunciar sin decir nada, al contrario no son olvidadas.
Son en boca, comunicación humedecida.
Palabras, parolas, parolas…
Cefalea en charlatanes y en los mudos su desgracia.
Marcos Almendros 5924.
Crea tu propia página web con Webador